Un mes después de la disposición del Gobernador de prohibir las fiestas electrónicas, comienza la discusión legislativa del protocolo elaborado a propuesta de los empresarios del rubro y estudiado en distintos ministerios. La propuesta para la regulación de las fiestas electrónicas, que según el mandatario “marcará un antes y un después”, apunta a enfrentar un fenómeno prácticamente desconocido para los responsables de supervisar las diferentes manifestaciones de fiestas y diversión, en el que se presume que hay un comercio clandestino y riesgoso de estupefacientes.  “Este gobernador ni se adelantó, en el sentido de tomar las decisiones, y tampoco se equivocó cuando dijo que en las fiestas electrónicas se comercializan, se venden y se consumen drogas”, aseguró de forma contundente el mandatario en septiembre.

La decisión de prohibir la realización de fiestas electrónicas hasta tanto se elaborase un protocolo de funcionamiento con los ministerios de Seguridad, Salud Pública, Educación y la Policía de Tucumán provocó un cimbronazo. En ese marco hubo un encuentro con organizadores nucleados en la Industria del Entretenimiento Argentino de Tucumán (Idear), quienes, pese a advertir que el problema que desvela a las autoridades se da en las fiestas clandestinas, aceptaron que se suspendieran las celebraciones legales ya organizadas y se dispusieron a preparar el protocolo.

Hace poco se conocieron detalles del proyecto que se va a discutir, llamado “Registro de Música Electrónica de concurrencia masiva de la provincia de Tucumán”, que incluyen un Registro Único de Productores de Eventos, exigentes trámites de habilitación y realización de fiestas, así como precisiones técnicas de higiene y seguridad e informes de la capacidad de ocupación, indicando operativo de control y seguridad, lugares y medios de entrada, tránsito y salida del evento, esquemas de prevención de incendios y plan de evacuación. También, contratación de ambulancias y la instalación de puestos sanitarios con asistencia médica para la atención, primeros auxilios y derivación de pacientes. Asimismo, el organizador deberá contar con los elementos necesarios para poner a disposición de todos sus clientes agua potable para el consumo personal de forma gratuita, sin límite de consumo y sin que medie solicitud alguna. Otras dos consideraciones: el organizador deberá adecuar sus instalaciones a fin de que las luces, sonidos o ruidos propios de la actividad que desarrolle, no trasciendan al ámbito vecino, ni produzcan molestias o daños en la salud o bienes de las personas, y que para el ingreso a las fiestas debe contarse con 18 años, acreditados con la presentación del DNI.

Se sabe que la conciencia sobre el fenómeno se debió, por un lado, a difíciles investigaciones de la policía y la justicia sobre las fiestas electrónicas clandestinas, a raíz de lo cual se desbarató a comienzos de año una organización que distribuía drogas de diseño en el medio. Por otra parte, se debe a la presunción del riesgo, dado que en Córdoba hubo una muerte vinculada con el éxtasis en una fiesta electrónica.

Es de esperar que esta iniciativa, que ha provocado un parate en las fiestas de este tipo autorizadas sirva para que la sociedad afronte a una actividad que genera masiva atención juvenil. “No vamos a privar nosotros a nuestros jóvenes que puedan disfrutar de ese tipo de espectáculos. No vamos a privar de ninguna manera que se puedan divertir. Ahora sí, les vamos a exigir a los empresarios que los chicos vayan a ver el espectáculo y no vayan a hacer otras cosas que les perjudican la salud, que les arruinan la vida, que les acorten el presente y el futuro”, dijo el Gobernador. De esto debería surgir, también, una estrategia para hacer frente al problema de las fiestas clandestinas, y así aventar los riesgos que de ellas se derivan.